Un sábado en las carreras


13 de agosto
Brno (Chequia) – Zebrak (también)
410 kms
Yo soy de los que se despierta pronto. Tenía un dolor de cabeza del copón. Imagino que tantos días con el casco puesto dejan mella. Miquel ya se había ido, a Viena, a recoger a Alicia Sornosa. Cosas de viajeros.
Pero cuando bajé a desayunar me lo encontré apurando el café con el portátil encendido escuchando con detenimiento una entrevista que le había concedido un programa de radio... ¡como para no tener reloj!
Este tío es un profesional. Tiene las ideas muy claras, sabe lo que quiere, sabe cómo intentarlo y tiene mucha fuerza para conseguirlo, toda la que le confiere creer ciegamente en uno mismo... y eso mueve montañas. Es fácil quitarle mérito porque tenga patrocinadores. Lo difícil es conseguirlos. Es fácil imaginar cómo bebe cervezas. Lo difícil es  madrugar para currarse una entrevista. Es divertido verle levantar la moto cada vez que se le cae en un secarral. Lo jodido es levantarla. Es fácil leer un buen libro de viajes. Lo difícil es escribirlo. Todo mi reconocimiento desde estas líneas para Miquel Silvestre, viajero, escritor, fotógrafo, descubridor de exploradores y chiflado. Porque hay que estar muy chiflado para hacer todo eso y, además, hacerlo bien... bueno, de los alicates ya hablaremos otro día.


Miquel terminó yéndose a Viena y yo al circuito (otra vez que por aquí no era) a ver los entrenamientos. Pero no te creas tú que eso de entrenar es que van los pilotos allí con el chandal y tal, no, no, de eso nada. A toda leche con sus motos y sus cascos guapos.
Intenté no mirar el cuerpo del delito cuando aparqué mi moto en el aparcamiento de la gente very important no me fuera a delatar esa mirada y me fui al asunto, que es espectacular. Si has estado ya lo sabes y si no has ido nunca yo te lo cuento sin ningún pudor: casi todas las señoritas de piernas largas y ropas cortas que pasean por el circuito con publicidad de cualquier cosa, llevan medias.






Por lo demás, todo muy entretenido. Comida y bebida a mansalva para la people importante, españoles por doquier, gente guapa, ruedas, trailers, pilotos y motos, muchas motos a toda leche, tanta, que lo mejor es que tengas una buena pantalla cerca para ver por la tele todo lo que en directo no ves, que es casi todo.
Hubo tres cosas que me llamaron la atención, a saber: 
Todos los pilotos paraban el motor de sus motos en marcha, 4 ó 5 metros antes de llegar a boxes.
Lo guapa que es Izaskun Ruiz.
Y lo de las medias ya te lo he dicho.












Cuando no me cabía ningún canapé más llegaron Alicia y Miquel, nombré mujer VIP a la primera dándole el pase que me había dado el segundo y me fui, bajo una tormenta del copón, no sin antes demostrar a la autoridad que no conducía bajo los efectos del alcohol.
Paré en un pueblo cualquiera, encontré un hotel en el que me dejaban meter la moto en el patio y, de paso, yo dormí al lado.
Y pensando en lo bien que me lo había pasado en Brno, me dormí.